¿Recibiste una invitación por depósitos en efectivo del SAT?

La carta invitación del SAT realiza un acto declarativo con el que el Servicio de Administración Tributaria exhorta a los contribuyentes a corregir su situación fiscal, cuando la dependencia haya detectado alguna omisión, es decir, no es un requerimiento ni una resolución definitiva de parte del SAT. Una carta invitación se envía cuando un contribuyente recibe un depósito en efectivo que supere los 15,000 pesos. Debido a esto los bancos tienen que notificar al fisco, quien tiene la autoridad para solicitar información, y de no recibirla podrá reclamar pago de ISR, multas o recargos. Al ser avisado el SAT por la banca podrá solicitar al contribuyente la aclaración del origen de ese dinero en efectivo ya que la autoridad supondrá que es un ingreso por el cual no se ha pagado el Impuesto sobre la Renta (ISR) correspondiente.

¿Por qué puedo tener problemas con los depósitos en efectivo?

El problema es que, cuando se deposita en efectivo, sólo se puede rastrear hacia dónde va ese efectivo, más no de dónde viene. Fiscalmente, al SAT le interesa saber el origen de ese depósito. La institución financiera deberá proporcionar al SAT la información de las cuentas a nombre de los contribuyentes que hayan excedido dicho monto.

  • No importa si el deposito se hace de moneda nacional o extranjera.
  • Tampoco importa si es persona física o moral.
  • No se considerará depósitos a las transferencias electrónicas, traspasos de cuenta títulos de créditos u otro arreglo pactado entre instituciones financieras.

La autoridad fiscal podrá solicitar al contribuyente el origen del dinero, en caso de no hacerlo, el SAT podrá reclamar:

  1. El pago de ISR correspondiente.
  2. Actualizaciones
  3. Recargos
  4. Multas

Para evitar este tipo de problemas, es necesario evitar prestar tarjetas de débito ya que muchas veces las llamadas discrepancias fiscales se originan por depósitos en efectivo que ocurren por prestar el plástico. Si no se aclara, el SAT tomará en cuenta la actividad por la que el contribuyente está dado de alta para cobrarle el ISR, actualizaciones, recargos y multas correspondientes. Además, es recomendable en vez de hacer depósitos en efectivo se realicen transferencias bancarias, se cuide cómo se documentan los ingresos y que todo ingreso sea informado cuando se presenten las declaraciones, con el fin de evitar problemas con la autoridad fiscal.

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